Uno de los fichajes que parecía que no llegaría nunca para el Getafe era el del portero. Tras la lesión de Ustari en los Juegos Olímpicos, el club madrileño se puso manos a la obra para buscarle un acompañante al Pato; el que parecía que iba a llegar era Cobeño, fichado este año por el Rayo Vallecano en su vuelta a 2ª. Pero al final todo se complicaba y se plantaba el día 31 de agosto con un solo portero.
Fue entonces cuando apareció la opción de Jacobo Sanz, que no tenía sitio como titular en el Valladolid.
Este portero de 25 años salió del Jaén, pero cuando se dio a conocer fue en el Valladolid. Del club vallisoletano se fue cedido el año pasado al Numancia, donde enamoró a más de un aficionado. Y es que este último consiguió el ascenso en gran medida debido a este gran portero.
Con 1,93 Jacobo luchará con Abbondanzieri esta temporada y probablemente el año próximo sea el titular del Valladolid (está cedido por una temporada) pues Asenjo es muy probable que termine saliendo, por lo que terminaría luchando con Justo Villar.
Se trata de un portero que es muy bueno por arriba, suele imponerse con su enorme altura. También es un portero con bastante seguridad, aunque en ocasiones comete fallos tontos. Y, por supuesto, uno de sus mejores puntos son las salidas, cubriendo la portería con su enorme cuerpo.
En mi opinión, puede ser una de las revelaciones porque, a pesar de su edad ya notable, es un auténtico porterazo. Una de las apuestas de porteromanía.
Ágil como pocos, es capaz de hacer paradones espectaculares (recuerdo la temporada pasada una mano fantástica en la mismísima escuadra después de un lanzamieto de Lucas Lobos de una falta en uno de sus últimos partidos como jugador del Cádiz).
Y para concluir con él, le deseamos muchísima suerte en su nueva aventura. Uno de los más completos en primera.
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